Si sospecha que una persona de su entorno o usted mismo puede padecer algún trastorno alimenticio no dude en acudir a su médico habitual y en contárselo a su familia. Las personas que solicitan ayudan no son débiles, son racionales y conscientes de que tienen un problema que ellas solas no pueden superar.

En España el principal organismo de ayuda sobre trastornos alimentarios es ADANER, la Asociación en Defensa de la Atención a la Anorexia Nerviosa y Bulimia, con sedes en diferentes ciudades españolas. Esta entidad presta ayuda psicológica a los enfermos y a sus familias, realiza terapias de grupo y desarrolla diferentes talleres, además de proporcionar toda la información necesaria.
Dentro de la sanidad pública, los profesionales de referencia son el médico de cabecera, quien debe valorar el caso, hacer un diagnóstico preciso del trastorno y
recomendar al paciente a un especialista específico. En función de la gravedad del caso se le derivará a Salud Mental o se planteará la hospitalización. Dentro de la sanidad privada, están las asociaciones de lucha contra este tipo de trastornos y los psicólogos privados especializados. En este campo destaca la labor realizada por Protégeles, con sus campañas anaymia.com y tu eres más que una imagen. En su web se puede indicar un dominio pro-ana o pro-mia para que sea eliminado.
Actualmente el enfoque terapéutico en casos de anorexia y bulimia más idóneo es el cognitivo-conductual. Dicho modelo se caracteriza por la eliminación de los comportamientos alimentarios alterados, las prácticas purgativas, las conductas de evitación, así como por la modificación de pensamientos, expectativas o actitudes relativas a la comida y la imagen corporal. En una segunda fase puede incidirse sobre otras variables como la baja autoestima, el perfeccionismo, la impulsividad o el déficit de habilidades sociales.
Dentro de la sanidad pública, los profesionales de referencia son el médico de cabecera, quien debe valorar el caso, hacer un diagnóstico preciso del trastorno y

Actualmente el enfoque terapéutico en casos de anorexia y bulimia más idóneo es el cognitivo-conductual. Dicho modelo se caracteriza por la eliminación de los comportamientos alimentarios alterados, las prácticas purgativas, las conductas de evitación, así como por la modificación de pensamientos, expectativas o actitudes relativas a la comida y la imagen corporal. En una segunda fase puede incidirse sobre otras variables como la baja autoestima, el perfeccionismo, la impulsividad o el déficit de habilidades sociales.